Galacia no era una ciudad. Era un territorio. Abarcaba un área que ahora está en Turquía. Había varias iglesias fundadas por Pablo en Galacia. Y siguiendo los esfuerzos evangelísticos de Pablo a través del área y al fundar tantas iglesias, había hombres que llegaron y comenzaron a pervertir el evangelio que Pablo había enseñado, el Evangelio de la gracia. Y ellos comenzaron a predicar otro evangelio que no es un Evangelio.
Porque la palabra evangelio significa buenas nuevas. Y si usted me dice que Dios me perdonará todos mis pecados y me hallará justo, si yo simplemente creo en Jesucristo, esas son buenas noticias. Pero si usted me dice que yo debo seguir ciertas reglas y reglamentos y ser obediente a la ley y guardar la ley de Dios de manera de ser justo, esas nos son buenas nuevas porque nadie es capaz de hacer eso. Y así Pablo está escribiendo a los Gálatas para corregir esta enseñanza que había seguido su ministerio en medio de ellos y para liberarlos nuevamente de esa esclavitud de la ley que los hombres estaban
buscando poner sobre ellos.
Nosotros en la iglesia gentil hoy día tenemos tanto que agradecer por este hombre, Pablo el apóstol. Si no hubiera sido por su empecinada postura en la salvación a través de la gracia, el cristianismo podría haberse revertido en otra secta judía. Pero Pablo puso su postura delante de ellos y contra todos ellos realmente insistiendo en este evangelio de la gracia. La salvación a través de la fe y a través de la gracia de Dios.
