
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios,
(2 Corintios 1.1)
La iglesia de Corinto ha sido una iglesia dividida. Había mucha carnalidad,
muchos problemas en sus doctrinas que impulsaron la primer epístola de Pablo, la cual es
una epístola bastante severa, fue una epístola correctiva buscando corregir muchos
errores doctrinales que existían, buscando hacerles volver de su carnalidad al caminar
espiritual. Una marca de su carnalidad, era el espíritu dividido que existía. Puesto que
algunos decían “yo soy Bautista”. Y otros decían “yo soy Presbiteriano”, otros “yo soy
Nazareno” o simplemente estaban diciendo “soy de Apolos”, “soy de Céfas”, “soy de
Pablo” o “soy de Cristo.”
Pablo escribió para reprender este espíritu dividido. El escribió para corregir su
carnalidad, sus errores doctrinales. Pero el efecto de su primera epístola, de algún modo,
había polarizado a las personas. Y estaban los que se arrepintieron y fueron corregidos.
Estuvieron los que avanzaron después de recibir la epístola de Pablo, pero estuvieron los
que se volvieron más firmes en contra de Pablo. Comenzaron a hablar desesperadamente de Pablo, comenzaron a desafiar su
afirmación de apostolado, y por lo tanto, el que hablara con autoridad hacia ellos.
Así que Pablo aprendió de Tito la condición de la iglesia de Corinto.
Timoteo había estado con Pablo cuando Pablo ministró primero en Corinto. Y así
que Pablo se unió a Timoteo en su salutación a la iglesia Corintia.
Cuando Pablo estaba escribiendo su primera epístola a los Corintios, en el
capítulo 12, el dijo “¿Son todos apóstoles? ¿Son todos evangelistas? ¿hacen todos
milagros?” Y la respuesta obvia es no, porque es un tipo de pregunta retórica. Así que
“Pablo, apóstol por voluntad de Dios” Sin embargo, Dios no ha llamado a todos
apóstoles.
Ahora el asunto es, “¿Dios te llamó?”
A continuación podrás escuchar el estudio completo de este libro.